Presentación del blog

La creación de este nuevo blog tiene por objeto poner a disposición, de todo aquel que las quiera consultar, todas mis recetas y otras que he ido recopilando de algunas publicaciones, la mayoría de "Hola.com", y que sigo recopilando. Algunas las he realizado varias veces, pero no tengo fotografías de todas, porque antes de tener los otros dos blogs, "Cocinando en casa" de recetas saladas y "Dulcísimos Placeres" de recetas dulces, no sacaba fotos a mis platos cuando cocinaba. Otras no las he llegado a realizar, pero las pongo en el blog por si a alguien le pueden interesar, y por si en algún momento me decido a prepararlas. Es una manera de archivarlas.

PASTEL DE CABRACHO

  • Ingredientes:
        1 cabracho
        1 puerro
        1 zanahoria
        1 hoja de laurel
        1/2 vaso de vino blanco
        Sal
        200 ml. de nata
        4 huevos
        5 cucharadas de tomate frito casero
  • Preparación:
        En una olla con agua se ponen a cocer el puerro y la zanahoria con la hoja de laurel y el vino para hacer un caldo corto. Cuando ha hervido unos 15 minutos, se introduce el cabracho y se deja cocer otro cuarto de hora, aproximadamente, el tiempo necesario para que suelte la piel y las espinas, pero sin que se pase de cocción.
        Se desmiga el pescado, cuidando que no pasen espinas, y se mezcla con la nata, los huevos batidos y el tomate, se prueba de sal y se pone en un molde a cuajar.
        Si se hace en horno, hay que untar con mantequilla un molde de plum cake y luego se espolvorea con pan rallado. Se pone la mezcla del pescado y se hornea unos 40 minutos a 180º, o hasta que al pinchar con un palito, salga limpio.
        Si se hace en Thermomix: Se pone  en el vaso el cabracho desmenuzado y los demás ingredientes. Se tritura un poco en velocidad 6 y se programa 15 minutos, 90º y velocidad 4. Cuando termine el tiempo, se rectifica de sal si es necesario y se puede triturar de nuevo a velocidad 8 si gusta como un paté. Yo hoy le he dejado los trocitos que se noten. Se pone en un molde pincelado con un poco de aceite y se deja enfriar.
        Se puede cuajar en dos moldes pequeños, para gastar uno en el día y el otro se queda guardado en el congelador, para otro día. El caldo también se puede congelar, para servir en adelante en alguna sopa o en una buena paella de pescado.